lunes, 27 de mayo de 2013

Capítulo 21.

Capítulo 21. Deja de reír, no es gracioso.

*Narra Lexi*

Dejé el rotulador negro sobre mi mesita de noche y contemplé con una sonrisita malvada mi obra de arte. Hacía bigotes mejor de lo que creía. Ahora agarré mi pintalabios rojo intenso y le pinté los labios. Después terminé adornándolos con un poco de purpurina dorada. Pinté el rubor de sus mejillas con colorete. Y otra vez con el rotulador (no era permanente, era mala pero no tanto), pinté en su frente: 'I ♥ LEXI'. Cuando me aburrí, dejé todo en su sitio y bajé a desayunar-comer algo. Ya casi era la una del mediodía. Abajo ya estaban todos, comiendo tostadas. Le robé la tostada a Laura y me senté a su lado, pero me gané una colleja y un puñetazo de su parte. Igualmente ya no podía recuperar su tostada, ya estaba en mi boca.

-Estúpida- susurró para si misma, pero la escuché y le enseñé el dedo del medio. Conseguimos que Liam nos regañase.

-¿Y Zayn, Lexi?- me preguntó Hazza. Una sonrisa traviesa cruzó mis labios.

-Durmiendo- contesté encongiéndome de hombros.

Ya no me preguntaron nada más y siguieron hablando de otras cosas. Después de unos treinta minutos escuchamos pasos apresurados por la escalera, y como supuse que sería Zayn me escondí debajo de la mesa.

-¿¡Dónde está Lexi!?- le escuché gritar, ya en la puerta de la cocina. Pero nadie contestó, ya que empezaron a reirse como unos tontos. No pude evitar reirme, la risa de Niall era muy contagiosa. Pero ahí la cagé. Zayn se agachó y me vio debajo de la mesa tapándome la boca con las manos para no reir. Salí para poder escapar, pero me atrapó. Le ordenó a Louis que abriera la puerta del jardín, y éste obedeció. Que mal amigo. Zayn siguió caminando conmigo en su hombro como un saco de patatas. Cuando vi que se dirigía a la piscina (la teníamos desde este mismo verano), empecé a pegarle puñetazos en la espalda. De nada sirvió, ya que a los diez segundos me encontraba debajo del agua helada. Salí a la superfície y fulminé con la mirada al idiota de mi novio. Nadé hasta la escalera y cuando ya me encontraba fuera, eché a correr hacia Zayn, me lancé encima suyo y caímos los dos al suelo.

-¡Eres un idiota Malik!- grité pegándolo en el pecho. Besó fugazmente mis labios.

-¿Y la tonta que me ha pintado la cara?- enarcó una ceja.

-El rojo te queda bién. Y con bigote te ves muy sexy- dije pícaramente. Soltó una gran carcajada y volvió a besar mis labios. Empecé a tiritar ya que no era bueno estar fuera, mojada y en pleno Octubre-. Te voy a matar- susurré entrecerrando los ojos y tiritando aún más. Se mordió suavemente el labio, preocupado, y me abrazó fuertemente.

-Lo siento bonita- susurró en mi oído. No le contesté nada, estaba mentalizándome como sería mi funeral por morir congelada y lo dejé pasar. Todavía abrazándome me cogió en brazos y me llevó dentro de casa. Subió a mi cuarto y me hizo cambiar de ropa, para ponerme algo abrigado y seco. Me metí a la cama y justo empecé a estornudar. Se sentó en la cama, a mi lado, riéndose.

-Todo por tu culpa estúpido- le dije cruzándome de brazos debajo de la manta que cubría mi cuerpo. Otro estornudo.

-De verdad que lo siento- acarició mi cabello-, pero te lo debía, por pintarme la cara.

Con mi dedo, delineé sus labios.

-Te sienta bién el rojo- susurré. Y otro estornudo.

-Descansa Lexi, no quiero que te enfermes.

-Podrías haberlo pensado antes de tirarme a la piscina- besó mi frente.

-Estaré abajo, cualquier cosa gritas. Hoy voy a estar a tu servicio- acarició mi mejilla, apagó la luz y salió de ahí cerrando la puerta. Muy bién Malik, ¿Por cualquier cosa? Te lo haré pasar mal.

*Narra Gwen*

Miré la hora en el reloj de la pared. Las dos y cuarto. Tenía un cuarto de hora más antes de ir con Grace. Hoy tenía otra sesión de fotos, a las tres, pero tardaba media hora en llegar. Subí a mi habitación y me arregle mínimamente. Bueno, tampoco mucho. Una camisa de topitos, unos tejanos negros y mis botas preferidas.


Me peiné lo mejor que pude y bajé las escaleras de dos en dos con cuidado de no matarme. Entré en la cocina, donde me miraban como si fuese rara. (Bueno vale, lo era).

-Me voy- exclamé con una sonrisa.

-¿A dónde?- preguntó Liam con cara de intriga.

-Con Grace, ¿Verdad?- comentó Jenna, mirándome. Asentí-. ¿Te llevo?- volví a asentir. Si me llevaba en coche llegaría antes.

-¡Yo quiero ir! ¿Puedo ir? Por fa di que si- suplicó Li. Jo, si me mira con esa carita dulce no puedo decirle que no.

-Bueno vale, pero te estarás quietecito, ¿Eh?- le dije como si fuese una madre. Asintió riéndose. Nos despedimos de todos y nos metimos en el coche de Jenna. Antes de lo previsto llegamos, así que los tres nos fuimos a la cafetería/heladería de al lado.

-¿Y sabes de que será la sesión de hoy, Coco?- me preguntó comiendo de su helado. Con el frío que hacía, la tia se pide un helado.

-La verdad no, pero escuché a Grace hablar sobre el próximo artículo. Además, no te diré de que será cotilla- reí. Siempre intentaba sacarme información.

Hablamos de algunas cosas más (la mayoría de moda, por lo que Liam casi no dijo nada, pero nos miraba interesado), hasta que dieron las tres. Jenna se fue a casa y Liam y yo pusimos rumbo a la gran oficina de Grace. Saludé con una sonrisa a la secretaría, y ésta me avisó que ya podía entrar. Toqué un par de veces la gran puerta de madera.

-¡Pasa!- se oyó detrás de ésta. Eso mismo hicimos.

-Hola Grace- dije cuando me abrazó. Tenía la manía de nada más verme y abrazarme. Se separó de mí y clavó la mirada en Liam, un tanto ¿Emocionada?

-¡Liam Payne! ¿Qué te trae por aquí joven?- exclamó dándole un efusivo abrazo.

-Acompaño a Gwen- comentó encogiéndose de hombros. Grace le dedicó una bonita sonrisa.

-Vamos Gwen, tu ropa ya está lista- me empujó suavemente por la espalda hacia la puerta.

-¿Puedo ir con vosotras?- preguntó Li con el labio inferior ligeramente hacia afuera. Grace asintió con la cabeza mientras reía. Nos fuimos al estudio, donde las de maquillaje y vestuario me saludaron con su típica sonrisa. Antes de irme con ellas, Grace me cogió del brazo.

-Después quiero hablar contigo cielo- sonreí y me dejé arrastrar por Roxanne, la chica que se encargaba de peinarme.

***

-Nos vemos Gwen- me despedí de Roxanne con un fuerte abrazo y salí fuera, donde me esperaban Liam y Grace. Liam todavía seguía un poco sonrojado de antes. Justamente hoy me dieron una falda cortísima y una camiseta que dejaba ver mi ombligo, y además era muy apretada, con la justa podía respirar. Pero bueno, no entiendo como me dio tanta vergüenza si al fin y al cabo mucha más gente me va a ver así. Grace nos arrastró a Liam y a mí a su oficina y nos hizo sentarnos en las butacas de delante de su mesa.

-A ver chicos, voy a empezar con lo tuyo, Liam, ¿Si?- miré a Liam confundida. ¿Qué le tenía que decir?-. De lo que hablamos antes, que Gwen no se ha enterado, me parece perfecto.

-¿Entonces si no me he enterado por que no me lo cuentas?- le pregunté y los dos soltaron una carcajada.

-¿A que no sabes quién estará en la portada del próximo número?

-No lo se Grace, ¿Olly Murs?- los dos elevaron una ceja, mirándome con caras raras-. ¿No? ¿Entonces quién?

-¡One Direction!- exclamó divertida. Ni me imagino como estaría mi cara, ya que Liam se reía de ella.

*Narra Laura*

¿Cuándo fue la última vez que fui de compras con Jenna? Ha pasado muchísimo tiempo. Quizás fue hace dos años, cuando éramos más mocosas. Así que hoy decidimos pasar la tarde en el centro comercial. Pero no pudimos ir solas, porque dos chicos muy celosos querían estropearnos la salida de chicas porque creían que éramos demasiado guapas y podíamos llamar la atención. ¡Já! ¿Llamar la atención? Cuando lo dijeron no pude parar de reir en un buen rato.


-¿Qué tal me queda?- nos preguntó Jenna cuando salió del probador con un bonito vestido. La miré de arriba a abajo, le quedaba perfecto.

-¡Pero qué haces Jenna!- exclamó Louis, y la metió rápidamente al probador.

-¿A tí qué te pasa ahora?- preguntó la aludida de vuelta al probador.

-Ese chico de ahí te miraba mucho las piernas, vámonos a otra tienda- Jenna sacó la cabeza por un hueco entre la cortina y la pared.

-No seas tan celoso Lou- besó sus labios fugazmente y se metió de nuevo en el probador. Cinco minutos más tarde salió ya cambiada y con toda la ropa que se probó en un brazo. Después de pagar todo lo que nos llevaríamos, entramos en otra tienda.

-Eh, Jenna- la agarré del brazo e hice que frenara el paso-. Mira que camiseta más mona- la señalé. Lo gracioso era que eran como unas camisetas de pareja. Una para chica, y la otra para chico. Miré a Niall maliciosamente mientras éste miraba despistado la sección de chicos. Agarré las dos camisetas y después de coger algunas prendas más y probárnoslas, fuimos a caja a pagar todo. Como los chicos ya estaban cansados de tantas compras, nos fuimos a una cafetería.

-¿Cómo podéis aguantar estar todo un día de compras?- nos preguntó Niall con el ceño fruncido.

-A mi me gusta- murmuró Lou, con carita inocente.

-Es divertido, sobretodo si vas con una amiga- le contesté antes de dar un sorbo a mi batido.

-Entonces si dices que te gusta ir de compras, ¿Por que antes has dicho que estabas ya cansado?- Jenna se dirigió a Louis.

-Porque no he traído dinero- se encogió de hombros, y los cuatro seguimos tomando nuestras bebidas en divertidas charlas sin sentido.




*Narra Madison*

-¿Por que siempre nos quedamos tu y yo solos?- alcé la cabeza de las piernas de Harry y lo miré a los ojos.

-Porque el destino nos quiere a tí y a mí solos, en tu casa...- tapé su boca con mi mano antes de que dijese alguna tontería que mereciese un buen puñetazo. Y como que no quería pegarle.

-Eres un cochino Styles- ahogué una carcajada. Sacó mi mano de su boca para hablar.

-Tú, que eres una mal pensada Laurent- rió cuando dijo mi apellido. Lo sabía, es horroroso-. Que cara has puesto Maddy- vaya, pues se reía de mi cara.

-Cállate Edward- exclamé.

-Calla tú- frenó de golpe. Exacto, no sabía mi segundo nombre-. ¿Mh?- me miró pidiendo que le ayudara.

-Peyton- murmuré fastidiada, quitando otra vez la vista de sus ojos. Besó mi mejilla, y puso la suya encima de la mía.

-Tienes un apellido raro, pero tu segundo nombre todavía más. Al menos tu nombre se salva, me encanta. Casi tanto como tú- volvió a besar mi mejilla, y cuando lo quería volver a hacer, corrí mi cara para recibir el beso en mis labios. Al separarnos nos quedamos a pocos centímetros de distancia. Empecé a acariciarle el pelo suavemente.

-Eres adorable Hazza- sonrió tiernamente-, te quiero- acorté la distancia una vez más y probé sus labios.

*Narra Lexi*

-¿Por que me haces esto cariño?- Zayn suspiró y puso su mejor cara de cachorro. Nah, he visto mejores. Cogí el bocata que me acababa de traer y le di un mordisco. Venga, ya no lo haré sufrir tanto, solo un poco más y lo dejo tranquilo.

-Le falta queso- mordí mi lengua para evitar no reir. Zayn cogió mi bocata a regañadientes y se fue a la cocina sin decir nada. 'Cualquier cosa gritas. Hoy voy a estar a tu servicio'. Y llevaba toda la mañana molestándolo, pero él no podía replicarme nada. Él había dicho que estaría a mi servicio. Primero, en casa, lo llamé unas veinte veces (por tonterías). Después le exigí que nos fuéramos a su casa, por la excusa de que necesitaba más tranquilidad. Y finalmente, acabé molestándolo con lo del bocata. Zayn volvió con el bocadillo y lo dejó otra vez en el plato.

-Listo- medio sonrió. Pobre, seguro está cansado de todas las peticiones que le he estado dando durante el día. Estiré mis brazos hacia él, cogí su cintura y tiré de él para poder abrazarlo. Puse mi cabeza en su estómago (yo estaba sentada, él de pie).

-Lo siento por molestarte cielo- deshice el abrazo. Se sentó a mi lado y ahora fue él el que me abrazó.

-Ya sabía que lo hacías a propósito- besó mi mejilla-. ¿Te encuentras mejor?

-Mucho mejor- sonreí tiernamente, acariciando su pelo-. Tus cuidados me ayudan a recuperarme- estornudé. Zayn puso su mano en mi frente con cuidado.

-No lo creo- hizo una mueca-. Estás caliente. Sube a arriba y acuéstate en mi cama, ¿Si? No quiero que te enfermes más de lo que ya estás.

-Pero vienes, por favor. No quiero estar sola- ahora fui yo la que puso cara de cachorro. Asintió sonriendo levemente, me dio un beso en la frente y me ayudó a levantarme. De pronto me dieron unos mareos, y tuve que agarrarme de su brazo para no caer. Así que me cogió en brazos y subió hasta su cuarto. Me recostó en la cama con cuidado y me arropó con las mantas, no sin antes ayudarme a sacarme los zapatos.

-Ahora vuelvo- besó mi frente con cuidado y salió por la puerta. Pasaron unos quinze minutos, y Zayn no volvía. Me preocupé, así que decidí levantarme e ir a buscarlo. Quité todas las mantas de encima mío. Puse un pie fuera de la cama y luego el otro. Por suerte llevaba calcetines, que si no muero del frío. Me levanté con cuidado. Genial, no me mareé. Y luego yo con toda la confianza del mundo voy caminando tan tranquila hacia la puerta, me viene un mareo terrible, no se cómo me caigo y justo entra Zayn por la puerta. Al verme solo suelta una gran carcajada.

-Deja de reír, no es gracioso- gruñí aún en el suelo. Se puso de rodillas frente a mí y puso una mano en mi mejilla, con una sonrisa burlona.

-Para mí sí.

Por tonto se ganó un puñetazo.


Hiiiiiiiiiiiiii! Valeps, aquí teneis el capítulo :) Espero que os guste muchísimo :) Juju
Tsé, me encanta esta foto:

 
Made by me :) Jajajaja es del miércoles, del suuuuuuuuuper concierto que dieron en Barcelona (pero ea, según lo que he visto me gustó más el de Madrid, fue super bonito lo de las pancartas). No os encanta la cara de Liam? Jajajjaja:') Y Niall ahí concentrado Jajajajajjajajajajokyasta.
Besooooooooooooooos!
 

viernes, 17 de mayo de 2013

Capítulo 20.

Capítulo 20. Buenos días.

*Narra Jenna*

Los muy cabezotas quisieron venirse a casa con nosotras a pesar de morir todos ellos del sueño. A penas y salía el sol, y el frío de Octubre se hacía presente. Me acurruqué en el pecho de Louis, cerrando inconscientemente los ojos. Lou rodeó sus brazos en mi cintura y lanzó al aire algunos insultos en susurros. Íbamos nueve personas en un coche que solo cabían cinco. Bueno, en mi coche. Harry conducía, Maddy de copiloto, los demás detrás. El morrudo de Liam iba sin nadie encima de sus piernas, y tan feliz que estaba. En unos minutos más llegamos a casa. Entre todos sacamos las pocas maletas que habíamos dejado en el maletero. Y yo todavía me preguntaba, ¿Tantos días de gira por el mundo, y tan poca ropa? Bah, cosas de chicos. Agarré la maleta de Louis, su mano y entramos en casa después de Maddy y Harry. Si es que al final de todo Lexi tenía razón, si que estaban raros. Pero ahora ya todos lo sabemos, ya no fingen nada. Al dar dos pasos, una bolita de pelo, ya no tan pequeña desde la última vez que Lou la vio, corrió hacia nosotros mientras pegaba pequeños ladridos de alegría. O eso parecían. Y Gwen se enfadará por despertarla, pero que más da, así le da ya la sorpresa a Liam. Louis, al ver a Boo, pareció espabilarse de golpe. Se agachó más o menos a su altura y la abrazó tiernamente.

-Que grande estás Boo, papá te ha extrañado un montón- levantó su cabeza y me miró, al igual que Boo-. Y a mamá también.

También me agaché.

-Nosotras también te hemos extrañado Lou- hice un puchero y no se por que, pero me pareció que Boo puso carita triste. Nos abrazamos los tres, con más de una sonrisa de por medio. Los perros también sonrien, aunque no lo demuestren.

*Narra Gwen*

Maldita Boo, me ha despertado de mi maravilloso sueño. Explico: yo y Liam, juntos, al atardecer, besándonos ¡En París! El sueño más bonito que he tenido en mi vida. Cuando me dé la gana de levantarme de una vez por todas, prometo vengarme de esa cosa con pelo. Pero mejor de Jenna, que es su dueña. Ahora ya no puedo conciliar el sueño, tendré que levantarme. Me senté como pude sobre mi cama, cogí el móbil a tientas y miré la hora. ¡No llegaba ni a las 7! Maldita Boo. Agarré mi pelo en una coleta baja, me puse un gorrito de lana en la cabeza (tenía frío) y unas zapatillas acolchaditas, también de lana, para calentar mis fríos pies. Abrí la puerta de mi cuarto silenciosamente, escuché pequeñas risas abajo. ¿Qué es gracioso? ¿Despertarme de un sueño tan bonito? Bajé las escaleras con los ojos cerrados, y antes de llegar al último peldaño, un grito hizo que abriera mis ojos de golpe y cayese de bruces al suelo.

-¡Oh mi Dios! ¿¡Qué haces aquí Coco!? ¿Te has hecho daño? ¿Estás bién?- ante la situación solo pude reir. Levanté mi cara del suelo y me encontré con los ojos castaños de Liam. Esbozó una linda sonrisa.

-Sorpresa- dije apenas, ya que me empezó a doler mucho la barbilla. Coloqué mi mano, y efectivamente tenía un poco de sangre. Me puse muy nerviosa. Me levanté corriendo, dejando a Liam allí, confundido. Me metí al baño sin cerrar la puerta. Con un poco de papel higiénico mojado con agua limpié la herida, pero al ver todo el papel rojo, me puse más y más nerviosa. Me dieron ganas de llorar y todo. Una mano agarró mi mejilla e hizo que girara la cara. Liam pasó un poco de papel por la herida. Después ya me la curó con toda la delicadeza posible.

-¿Estás bién?- me encanta cuando se preocupa tanto por mí. Lo abracé fuertemente de la cintura, con cuidado de no hacerme daño en la barbilla, que ahora llevaba una bonita tirita de princesas (la única que quedaba). Rodeó sus brazos por mi espalda y me apretó más a él.

*Narra Lexi*

-Parece que Liam ha visto a Gwen- le susurré a Laura, que estaba a mi lado, al acabar de escuchar un grito. Todos nos callamos y logramos escuchar lo que gritaba Liam.

-¡Oh mi Dios! ¿¡Qué haces aquí Coco!? ¿Te has hecho daño? ¿Estás bién?- los chicos nos miraron confundidos. Bueno, solo Lou, Hazza y Nialler. Zayn se había quedado dormido en mi hombro y ni con un grito se podría despertar.

-Era una sorpresa- empezó a decir Laura-. Gwen ha vuelto, y se queda para siempre.

-Lleva aquí desde... ¿Julio?- continuó Jenna.

-Junio- la corrigió Madison, entre pequeñas risitas. Jenna le sacó la lengua, divertida.

-¿Y sabéis otra cosa?- pregunté, negaron con la cabeza-. Gwen es modelo.

Abrieron la boca exageradamente. Harry se tapó la boca con las manos, totalmente sorprendido. Pero en sus caras sabía que estaban muy felices por ella. Jenna sacó la revista Fabulous donde salía Gwen por primera vez, abrió por la página de la sección de moda.



-Mirad- les mostró el artículo.

-Vaya, pues si que lo hace bién- murmuró Harry.

-Calla que me pondré celosa- dijo Madison de broma, con una sonrisa burlona. Hazza la abrazó por los hombros y desordenó su pelirroja melena.

-Me alegro por ella- comentó Louis, con Boo y la cabeza de Jenna en su regazo. Niall y Harry asintieron con la cabeza. Después de unos diez minutos Gwen y Liam entraron al salón. Gwen llevaba una tirita de princesas en la barbilla.

-¿Qué te ha pasado?- le preguntó Niall en una pequeña carcajada señalando la tirita.


-Yo también me alegro de verte Nialler- dijo burlona. Niall se levantó y la abrazó, aguantando otra carcajada-. Soy una patosa, y Liam una niñita gritona. ¡Ah! Y también soy una asustadiza- explicó riendo. Pero vamos, que nadie entendió nada.

-Digamos que cuando la he visto he gritado por el susto, que pensaba que era un fantasma con la cara que llevaba, y se ha asustado y se ha caído de bruces al suelo.

-Oye Li, que mi cara es preciosa.

-Menos cuando estás recién levantada, Coco- intervine. Liam me enseñó su puño y lo choqué, con una mirada divertida en Gwen.

-Oye Coco, ¿Algo que decir?- comentó Lau, mirando disimuladamente la revista en las manos de Hazza. La aludida se sonrojó, se rascó la nuca y miró a Liam.

-¿Qué pasa? ¿He hecho algo malo?- preguntó retrocediendo un paso y levantando las manos, con cara inocente. Gwen cogió sus manos y las bajó, guiando a Liam hasta el sofá. Lo sentó y ella se sentó a su lado. Todos los miramos atentamente.

-Hay algo que tienes que saber- soltó una risita divertida, con un leve tono rojizo en las mejillas. Harry le lanzó la revista, que ella capturó al vuelo. Buscó por las páginas hasta detenerse en una en concreto, y mostrársela a Li. Éste ahogó un grito de sorpresa, un poco sonrojado. A saber de qué.

-¡Eres tú, Coco!- exclamó, mirándola.

-Lo sé, sé como soy- contestó ella, burlona. Liam le pegó un codazo en el brazo, provocando nuestras risas-. Mi nuevo trabajo.

-¿Eres... Modelo?

-Sip.

-Tengo sueño- interrumpió Harry, bostezando exageradamente. Miró a Madison, haciendo puchero. Maddy suspiró.

-Venga, vamos- se levantó y extendió su mano a su novio. Harry la cogió, pero con un ágil movimiento, se subió a la espalda de Maddy, quien no tuvo más remedio que cogerle las piernas para que no cayese. Murmuró varios insultos inaudibles a nuestros oídos, mientras caminaba dificultosamente. Harry descansó su cabeza sobre la de su chica, cerrando los ojos. Los vimos desaparecer por la puerta del salón.

-¿Sabes que te quiero mucho?- le preguntó Harry. Íbamos escuchando atentamente lo que decían.

-Eso ya lo hablaremos cuando estemos arriba- refunfuñó Maddy, provocando grandes carcajadas entre nosotros.

*Narra Louis*

Sentí unos húmedos besos en mi mejilla. Desperté, pero no abrí mis ojos. Seguro era Jenna, que se aburría. Estiré mis labios y giré la cara, para recibir allí sus besos. Eran diferentes, demasiado húmedos y... ¿Con sabor a galleta de perro? Abrí los ojos de golpe, después de escuchar una risa escandalosa de fondo. ¿Y quién me besaba? La bonita y babosa de Boo. Pasé una mano por mi boca, mientras quitaba a Boo de encima mío (¿Cómo no la había notado?). Jenna se limpió una lágrima que caía por su mejilla, seguramente de la risa.

-Vaya Lou, me engañas con una perra- fingió estar molesta, pero le salían risitas a cada momento.

-Es mi amante, pero no se lo digas a la bonita de mi novia, que se pondrá celosa- susurré medio sonriente. Jenna asintió y se acurrucó a mi lado.

-Se que quizás te lo tendría que haber dicho antes, pero esperaba el momento perfecto, hasta que me di cuenta de que todos son perfectos a tu lado- levantó su cabecita de mi pecho, me miró-. ¿Recuerdas el día de San Valentín?- asentí lentamente con la cabeza-. Yo también te amo, Louis- recostó otra vez su cabeza en mi pecho, mientras una gran sonrisa se mostraba en mi rostro. Besé su cabeza, abrazándola tiernamente. Es la chica más perfecta que jamás he conocido.

*Narra Madison*

-Venga Hazza, levántate- susurré cerca de su cara. Nada, no hacía nada. Se quedaba igual. Di un bote en su pecho, donde estaba sentada. Movió un poco los labios, pero siguió igual-. Harold, es tarde, levanta- dije un poco más alto. Frunció el ceño, no se movió-. Vamos Styles, levántate ya- elevé un poco más la voz. Conseguí que abriera un ojo a medias. Me sonrió, mostrando sus adorables hoyuelos en las mejillas. Cogió mi cintura y tiró de mí, para tener mi rostro más cerca del suyo.

-Buenos días Mad- dijo antes de besar mis labios.

-Buenos días a tí también, pero levanta ya, tenemos un montón de cosas que hacer- me levanté de su pecho, pero volvió a tirar de mí.

-Se me ocurre una cosa que podemos hacer los dos, aquí en la cama- movió las cejas varias veces, con una sonrisa pícara. Le pegué en el pecho, soltando una gran carcajada.

-¡Eres un pervertido, Styles!- seguí riendo.

-¡Me refería a una pelea de almohadas! ¡Cochina!- provocó otra carcajada en mí, a la que él se unió-. Pero si prefieres hacer otra cosa...- cogí una almohada y le pegé con ella, aguantando la risa-. ¿Pelea de almohadas, eh?- cogió otra y me dio con ella. Me levanté de su pecho y me puse de pie en mi cama, él hizo lo mismo. Le di con la almohada otra vez. Me fue a dar pero lo esquivé con agilidad. Rió, e intentó volverme a dar. Lo esquivé otra vez, riendo-. Tramposa, no vale- reclamó entre carcajadas. Me perdí en su risa, sus labios, sus hoyuelos y toda la perfección de su cara, y aprobechó para darme con la almohada.

-¡Eh! ¡Eso es trampa!- exclamé poniendo un mechón rebelde de mi pelo detrás de la oreja.

-No es mi culpa que te quedes mirándome como una boba- le pegué en la cabeza con mi arma.

-Tampoco es mi culpa de que seas tan guapo- me encogí de hombros, sin creer lo que acababa de decir.

-Y sexy.

-Y creído.

-Pero sexy.

-También creído.

-Yo creo que soy más sexy que creído- solté una carcajada.

-Con eso demuestras que no.

Sonrió inocente.


*Narra Laura*

¿Qué hora era? ¿Y por que escuchaba tantas risas? ¡Me moría del sueño! Escuché a mi lado unos cuantos insultos poco agradables. Giré todo mi cuerpo y me encontré con los ojos cerrados de Niall. Lo moví un poco, pero no me hizo caso. Besé su nariz lentamente, solo conseguí que se diera media vuelta, dándome la espalda. Bufé en su nuca, se estremeció. Luego la besé. Pero el muy idiota ni se movía.

-Me voy a ir a Nando's sin tí- susurré en su oído. Era lo único que se me ocurría para hacerlo despertar. Cuando tengo sueño no soy muy de pensar, la verdad. Niall giró su cuerpo otra vez, con cara de asustado o algo así.

-¿No lo dirás en serio, verdad?- me preguntó temeroso. Negué con la cabeza, sonriendo. Suspiró aliviado-. Me habías asustado.

-Siempre tengo en cuenta que a Nando's ya no me voy sin tí, Nialler- besó mi mentón suavemente.

-Gracias princesa- su barriga emitió algunos gruñidos, haciéndonos reir-. Como puedes comprobar, con solo hablar de Nando's me entra hambre. ¿Qué hora es?

-Las doce pasadas, casi la una- mi barrija protestó con algunos gruñidos más. Otra vez nos reimos-. Tengo Oreos escondidas en la cocina, ¿Vamos?

-Vamos Lau- cogió mi mano y bajamos de un salto de la cama. Con pasos rápidos y sigilosos llegamos a la cocina, pero lo que vimos no nos gustó mucho. La tonta de Jenna seguramente le había desvelado a Lou mi escondite de Oreos, y ahora se las estaba comiendo.


-Quien ríe último ríe mejor, pequeño duende- le dijo Louis. Niall gruñó, cruzándose de brazos.

-Vale que quizás esto sea una venganza o yo que sé, pero esas son MIS Oreos, así que deja MIS Oreos y cómprate TUS Oreos- exclamé con el ceño fruncido. Louis dejó el paquete encima de la mesa de la cocina y fue corriendo detrás de Niall a esconderse.

-Tu novia da miedo duende- le susurró, pero lo escuché.

-Lo sé, pero uno se acostumbra- cogí una Oreo del paquete y se la tiré a la frente. La cogió al aire y se la comió como si nada-. Pero aún así es adorable- terminó por decir después de comerse la Oreo que le había lanzado.

-Pues claro, con tal de arreglar lo que has dicho antes- agarré otra Oreo y la metí en mi boca, toda entera. Nialler se me acercó, y Lou aprobechó para escapar corriendo por la puerta de la cocina.

-No lo decía por eso- me agarró de la cintura.

-Si me das un beso te creeré- le sonreí inocentemente, a lo que respondió con una carcajada. Junté nuestras frentes.

-Todos los que quieras- dijo para después besar mis labios. Vale, ahora si le creo.

*Narra Gwen*

Desperté al sentir unas suaves caricias en mi esplada, que provocaban un ligero cosquilleo en mi estómago. Abrí mis párpados lentamente, todavía con un montón de sueño encima. Giré mi cuerpo y sonreí al ver el rostro de Liam, a escasos centímetros del mío. Controla tus implusos de besarlo, Gwen. Contrólate.

-¡Buenos días, Coco!- exclamó feliz, a lo que reí.

-Buenos días a tí también, Li- le contesté. Besó mi frente rápidamente y volvió a la misma posición. Pero nuestros rostros estaban un poquitín más juntos. Despertando mis nervios. ¿Lo beso? ¿No lo beso? ¿Lo hago? ¿O no? Me parece a mí, ¿O Liam está igual o más pensativo que yo? Bajó su mirada a mis labios, y luego la subió, ruborizándose al darse cuenta que lo había pillado. Nos miramos por unos largos segundos, hasta acabar estallando en carcajadas. Cuando conseguimos tranquilizarnos, sonreí inocentemente.

-Tengo hambre- solté después. Liam sonrió tiernamente. Como había extrañado esa sonrisa.


De verdad que siento muchísimo haber tardado tanto en subir, y que el capítulo-caca sea tan corto, pero he estado estudiando y preparando un trabajo de música, y con otras cosas que me han pasado no he podido concentrarme bien para escribir. En serio lo siento, e intentaré ponerme las pilas para acabar pronto el capítulo 21. Bueno, ahora la parte happy. 5 días para ver a los chicos en Barcelona! Estoy suuuper nerviosa asdfghjkl. Moriré en cuanto los vea JAJAJAJAJJJAAJAokno. Pero algo así. Si logro hacer buenas fotos es posible que las ponga por el blog, por si las quereis ver. Muchos besos princesitas. Buen fin de semana a todas. xx